LOS CHORRITOS


Este es el nombre del chiringuito de María José, que es un baluarte en la comida sevillana, teniendo como punta de lanza en su carta las SARDINAs. Prueba de lo que estoy diciendo nos encontramos con el artículo que escribió un CHEF de San Francisco en su blog. La he traducido (con la inestimable ayuda de mi hermana, la extranjera).

El verano pasado en un viaje a España, tuve una epifanía gastronómica. Sucedió por la noche en un chiringuito indescriptible de comida marinera, a lo largo del río Guadalquivir en Sevilla. Mi mujer, N, y yo completamente agotados por el día. Arrastré a la pobre e incauta chica por las laberínticas calles del casco antiguo para buscar un convento famoso por sus dulces y mermelada de naranjas sevillanas. Un plan muy razonable hasta darnos cuenta de lo que es el momento más caluroso del día en el que más tarde supimos que es el día más caluroso del año. Después de cinco minutos en el ardiente sol, nuestros cerebros cocidos dejaron de pensar, pero mi estómago seguía dando guerra. (Digo esto como aviso para aquellos que piensan que sería divertido casarse con un chef o cocinero. Tengan cuidado: no somos gente razonable). Cuando finalmente encontramos el convento media hora más tarde, descubrimos que las monjas, no tontas, habían cerrado por la tarde. Al anochecer, se fue la luz en la ciudad y nos sumergimos en Sevilla a oscuras.

Fue en este contexto que llegamos a los Chorritos, mucha gente va en busca de los productos del mar de temporada, a chiringuitos al aire libre en el barrio de Triana. Pedimos en el mostrador y nos sentamos en dos taburetes, en una pequeña mesa con vistas a la cocina. Una refrescante "clara", cerveza mezclada con refresco de limón, en la mano. Miré al cocinero espolvoreando la parrilla con crujiente sal marina por la parte superior de varias enormes y gordas sardinas .... todo ello regado con aceite de oliva. Después de cinco minutos nos entregaron nuestras sardinas con la piel crujiente, llena de jugos salados. Sabía como el mar, con más sabor que ningún otro pescado que he probado antes y desde entonces. Con el recuerdo de aquellas sardinas como mi guía, ahora sé el tipo de comida que quiero cocinar y comer: rústico, alimentos de temporada, del terreno, con raíces en el lugar de donde vienen.
Estoy llamando a mi blog En Alabanza a las Sardinas, no sólo por escribir sobre estos pequeños y deliciosos peces, en realidad para discutir sobre los alimentos que me gustan, la gente que los cría y los cosecha, los cocineros que las preparan, los restaurantes que las sirven y los libros de cocina que las describen. Espero que con el fin de brindarles un blog, que contará con mis impresiones de los libros y artículos que me intrigan, los productos que me emocionan, y los pequeños restaurantes que satisfacen mi apetito. Con una década de experiencia profesional en la cocina de la Bahía de San Francisco y muchos años más comiendo en todo el mundo, también quiero compartir mi humilde perspectiva y tal vez unos cuantos trucos del gremio en forma de recetas para quien caiga por este sitio web. Con todo, estoy emocionado y esperando que tengan un poco de diversión escrita acerca de mi pasión por todas las cosas gastronómicas. ¡Salud!


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