Desde la lejanía que da una semana sobre el acontecimiento, me ha dado tiempo suficiente como para valorar lo que supuso. Una boda especilamente divertida, que como novedad sólo tenía dos mesas de diez, con componentes fenomenales, en vez de las habituales 4 mesas. A destacar las actuaciones del amigo lillo y su compinche Ami, que empezaron la boda a las 14.00 en un conocido bar de la localidad. Algo a destacar y que ya a nuestra edad cada vez es más difícil, es que se nos hizo de día cuando aún estábamos de fiesta. El recito, la finca los Alfares, es realmente bonito, tanto en la parte interior, compuesto por una nave con techos de madera, como el exterior, con unos bonitos jardines. La recepción fue estupenda con numerosos canapés y cócteles salados, más que suficiente como para quedar satisfechos. Una vez dentro un pescado (salmón) y de segundo carne, ya aquí la gente empezó a dejar comida, no por su sabor si no ya por su cantidad. Por último un helado de mascarpone y helado de mandarina.
Samuel como no podía ser de otra manera de frac, elegantísimo. Y Belen estupenda, fenomenal, las fotos lo dicen todo.
GENIAL TODO LES DESEO UNA FELIZ NUEVA VIDA A LOS NOVIOS
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